Muchos estudios de grabación importantes se han establecido con el tiempo gracias a la calidad de sonido que han logrado. Aunque los técnicos de grabación y los instrumentos desempeñan un papel importante, hay un factor que supera a los otros dos en importancia: el tratamiento acústico.
Una de las razones por las que los estudios de grabación han alcanzado niveles sonoros elevados es gracias a la evaluación y a la gestión de los puntos fuertes y débiles del espacio, implementando algunos tratamientos acústicos.
Ahora que la grabación doméstica continua a prosperar y los estudios pequeños son cada vez más comunes, ¿qué deben hacer aquellos que construyen o mejoran sus estudios para asegurarse de aprovechar al máximo su ambiente?
¿Por qué es importante el tratamiento acústico?
En la mayoría de los casos, el principal objetivo de una sesión de grabación es captar el rendimiento sonoro con la mayor precisión posible. Los efectos acústicos no deseados pueden producir esfuerzos excesivos para crear el sonido ideal. Del mismo modo, un ingeniero de grabación se enfrenta inmediatamente a un reto si el audio requiere trabajo adicional para compensar los problemas acústicos y el ruido ambiental dentro de la sala. Cada superficie presente dentro de esta última, de hecho, influye en el movimiento de las ondas sonoras. Debido a su tamaño y los materiales utilizados para su construcción, muchos espacios no tratados acústicamente causarán reverberaciones no deseadas, aleteos, frecuencias inadecuadas, ondas estacionarias y problemas de modulación.
Sin embargo, con un tratamiento acústico eficaz, no solo mejorará la calidad de las grabaciones y mezclas, sino que también se podrá controlar y gestionar la forma acústica de la sala para distintos tipos de rendimiento.
Estos son los principales motivos por los que el tratamiento acústico en un estudio de grabación es tan vital. Por ejemplo, instalar espuma de poliuretano aumenta la cantidad de sonido absorbido, lo que reduce las reverberaciones creadas por las superficies duras y, en consecuencia, aumenta el nivel general de sonido. Sin embargo, este tipo de tratamiento acústico no es adecuado para todas las salas o ambientes.
Insonorización y tratamiento acústico: ¿la diferencia?
Inicialmente puede ser fácil confundir estos dos términos. Ambos son muy importantes y desempeñan papeles diferentes en el diseño de un estudio de grabación. Cuando se quiere insonorizar una sala, la intención es aislarla de los sonidos del exterior. A menudo, los materiales requeridos para la insonorización se instalan durante la etapa de construcción de las paredes de la sala, con el propósito de evitar que el sonido salga y entre. En este caso, por lo tanto, se aísla acústicamente la sala y no se controla, en cambio, la propagación de las ondas acústicas en su interior.
Aunque el tratamiento acústico no contribuye a aislar un espacio determinado del ambiente externo, permite manipular la acústica minimizando el eco y las inconsistencias, mejorando así la calidad general del sonido. De hecho, una pista de música tiene mejor calidad si se graba en un espacio optimizado en lugar de ser tocada con instrumentos profesionales en un ambiente no tratado.
Algunos tipos de tratamiento acústico propuestos por MarvinAcustica
Sound corner trap – Trampas acústicas
Se colocan en las esquinas de la sala y sirven para absorber las bajas frecuencias. Suelen utilizarse dos tipos de trampas acústicas: las porosas y las resonantes. Las primeras están compuestas de espuma o fibra de vidrio y sirven para absorber eficazmente las frecuencias medias y bajas. Las segundas, en cambio, se colocan cerca de las paredes para absorber frecuencias bajas específicas.
Soundsorba –Paneles fonoabsorbentes
Wallsorba
Son similares a las sound corner trap, pero tienen un espesor menor que los hace menos efectivos para las frecuencias más bajas. A menudo se colocan directamente en las paredes para evitar la formación de ecos no deseados. Están fabricados con lana mineral ignífuga.
Cloudsorba
Este tipo de paneles fonoabsorbentes se suspenden horizontalmente en el techo con el objetivo de minimizar las reverberaciones naturales de las salas, especialmente las de techo alto.
Espuma de poliuretano
La espuma de poliuretano ha sido diseñada para reducir las ondas sonoras transportadas por el aire, aumentando la resistencia de este último. En la práctica, convierten la energía residual en calor. Dependiendo de los requisitos de cada sala específica, la espuma se corta en diferentes formas y se coloca estratégicamente en las paredes y el techo para maximizar la absorción y controlar la reverberación acústica tanto como sea posible.
La fórmula de Sabine es muy útil para determinar el grado de tratamiento acústico necesario y para estudiar la mejor disposición de los elementos fonoabsorbentes dentro de la sala. Siempre hay que tener en cuenta que poseer instrumentos profesionales no garantiza un nivel de grabación óptimo si el ambiente no ha sido tratado acústicamente.
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