El sonido es un componente que está constantemente presente en nuestras vidas, a veces incluso en forma de ruido. La medición del sonido es una acción que se realiza por varias razones. Dada nuestra exposición constante a los sonidos y ruidos, de hecho, es necesario mantener controlada la medición de los decibelios a los que estamos constantemente sometidos, para comprobar que están dentro de los límites legales y de las recomendaciones hechas por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El sonido está compuesto por varias magnitudes medibles, y para medirlo se utilizan varios instrumentos, entre los que el más utilizado es el sonómetro.
¿Qué es el sonido y por qué se mide?
El sonido se define técnicamente como la vibración emitida por
un cuerpo oscilante; gracias a su propagación en el aire, llega a los oídos de las personas y hace vibrar el tímpano, presente en el oído, lo que hace audible el sonido.
El sonido está constantemente presente en nuestras vidas, puede provenir de dispositivos, de individuos, del ambiente, todas fuentes muy diferentes, y es por lo tanto muy variado en su intensidad, amplitud, frecuencia y presión.
Los sonidos pueden ser muy agradables, pero también realmente molestos, hasta el punto de ser perjudiciales para el oído humano y el medio ambiente.
¿Por qué es necesaria la medición del sonido? El sonido se mide por numerosas razones. De hecho, conocer su intensidad nos permite tomar las medidas y precauciones necesarias para una vida cualitativamente mejor. Pero las mediciones también sirven para mejorar un producto (como un panel fonoabsorbente, un instrumento musical o un altavoz).
Las mediciones de sonido a menudo se realizan en lugares muy ruidosos, como fábricas que utilizan maquinaria que emite ruidos fuertes, aeropuertos, autopistas, locales, pero también se pueden hacer en casa para resolver problemas acústicos.
Por ley se fijan entonces unos límites dentro de los cuales algunos ambientes deben mantener un cierto volumen sonoro, en particular se presta especial atención a los ferrocarriles, a las autopistas, al ruido aéreo, a los ruidos industriales, a los ruidos de las construcciones y al deporte. Los valores fijados por la ley también difieren entre el día y la noche, y para casos aislados se puede conceder un suplemento de decibelios dentro del cual establecer un nuevo nivel temporal (limitado a una noche, por ejemplo).
Medición del sonido: ¿con qué instrumentos se realiza?
El sonido se compone de muchos componentes diferentes y la medición de cada uno de ellos dará lugar a diferentes resultados:
- Frecuencia: se mide en Herz (Hz) y es el número de vibraciones que se producen en un segundo;
- Intensidad: permite hacer una distinción entre sonidos débiles y fuertes, la intensidad se mide en decibelios (dB);
- Periodo: tiempo necesario para realizar una vibración completa;
- Velocidad de propagación: velocidad con la que se propaga un sonido en un ambiente determinado;
- Longitud de onda: distancia que recorre el sonido en un periodo de tiempo determinado;
- Amplitud de onda: se conecta a la intensidad del sonido que percibimos;
- Altura: lo agudo o grave que es un sonido;
- Timbre: depende del tipo de instrumento que se emite.
La unidad de medida más utilizada para medir el sonido es el decibelio; el daño auditivo empieza a 90 dB, si la exposición es muy prolongada en el tiempo, mientras que después de 120 dB aproximadamente empezará a sentir dolor.
La medición del sonido se realiza principalmente con un sonómetro. Este instrumento es capaz de calcular la amplitud del sonido y el nivel de presión sonora; cada uno de estos dispositivos consta de un micrófono para la detección de sonido, un dispositivo de procesamiento de datos y una pantalla donde se pueden visualizar los resultados obtenidos del análisis.
El sonido se convierte, gracias al micrófono, en una señal eléctrica, que será legible por el dispositivo y se mostrará en dB. El sonido varía con mucha frecuencia, por lo que el sonómetro debe ser muy preciso para poder registrar todas las fluctuaciones sonoras. Obviamente, dado que muchas mediciones no solo se realizan en cámaras anecoicas sino también al aire libre o en lugares no insonorizados, no siempre será fácil circunscribir el sonido que queremos medir (de hecho, en interiores siempre hay reverberación, mientras que en el exterior hay ruido de fondo y viento).
Es necesario recalibrar el sonómetro antes y después de cada medición. Esta acción se puede realizar gracias a un instrumento llamado pistonófono que, gracias a su nivel de presión sonora, permite ajustar el instrumento.
Otros instrumentos para la medición del sonido son los dosímetros, dispositivos portátiles que sirven para medir la cantidad de ruido diario a la que una persona está sometida.